Los delitos en comisarías son periódicos y repetidos. S
umados a los casos dudosos (detenidos que cada tanto aparecen ahorcados en celdas donde ni hay de dónde colgarse) llaman a preguntarse si no es hora de revisar cómo funciona una comisaría: un sitio donde manda alguien con poder absoluto, con subordinados que no pueden denunciar a los de arriba si no están dispuestos a una vida de penurias, y donde suele regir un sistema de silencios que hace "parte" al que calla y "enemigo mortal" al que se le ocurra decir algo.
Fuente: Hector Gambini - Clarin.com
viernes, 7 de marzo de 2008
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